La integración de sostenibilidad para reducir los riesgos operativos de las aseguradoras es una buena estrategia a poner en marcha. Pues, además de reducir los riesgos operativos, también es muy probable reducir las amenazas reputacionales de las empresas.

Las empresas en general, incluyendo en el paquete a las del sector asegurador, buscan mejorar cada día la transparencia de las amenazas. En especial las que no es posible captar con las métricas financieras que se manejan de forma estándar. Para que sea más sencillo la toma de decisiones de parte de los interesados.

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En este sentido, A.M.Best, una de las agencias líderes calificadoras de crédito de seguros, a nivel mundial aporta su experiencia. Es una organización reconocida como proveedora de calificaciones de crédito de compañías del sector asegurador y de calificaciones estadísticas y refinó su metodología para hacer estas calificaciones.

Con ello busca mejorar la transparencia de las empresas para captar los riesgos ESG. Y en su línea de trabajo, continuará asignando una calificación, abordando el riesgo climático, la innovación y la gestión del riesgo de las empresas.

Los principios ESG

Desde A.M.Best señalan, con relación a los principios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG), que las aseguradoras compaginan con ellos en su totalidad. Pues son portadoras de riesgos, gestoras de activos además de ser inversores institucionales.

Pero, si no existen estándares específicos para este sector, es muy complicado entender en el mercado, cómo se deben implementar y divulgar esas prácticas ESG.

En el mismo sentido, A.M.Best indica que al integrarse con estos principios ESG, es muy posible reducir los riesgos operacionales y de reputación, porque puede ayudar a la empresa a identificarlos y gestionarlos.

También es importante tener en cuenta, que los consumidores se identifican más con las empresas comprometidas con los problemas sociales del entorno que los rodea. Por lo que son exigentes y más dispuestos a comprometerse con esas organizaciones que comparten sus valores empresariales con sus posibles clientes.

Aparte de que, las autoridades reguladoras exigen y están de hecho obligando a las empresas aseguradoras y reaseguradoras, en especial a las europeas, a que sean mucho más transparentes en sus procesos. Tal como lo afirma Stefan Holzberger, director de calificación de A.M. Best.

Así mismo, les están exigiendo a revelar de qué forma se adaptan y consideran, tanto las amenazas como las oportunidades ESG. En todas las actividades y operaciones que llevan a cabo.

De manera que, si no se actúa sobre la presión que ejercen las partes interesadas, con relación a los problemas ambientales, sociales y de gobernanza, lo más probable es que se generen retos relacionados con la reputación de la empresa. En especial desafíos a largo plazo para la industria aseguradora y las organizaciones en general

Integrar la sostenibilidad a las empresas de seguros

Es importante comprender la importancia estratégica de integrar la sostenibilidad en las empresas aseguradoras. Y también es necesario entender los desafíos a los que se enfrentan las organizaciones cuando en algún momento entren en conflicto con la gestión de riesgo.

Cómo integrar los criterios ESG en los sistemas de gestión de riesgos es un reto para las empresas de seguros.  Pues el tiempo que tardan las amenazas de la sostenibilidad en crear impactos negativos, es a largo plazo. Mientras que la gestión de riesgo se ejecuta a corto y mediano plazo.

Para que la escasez de agua, por ejemplo, o el cambio climático impacten negativamente a las empresas aseguradoras, hay que dar tiempo. Y no es muy factible para una empresa asignar recursos para estos tipos de riesgos a largo plazo. Razón por la cual estas amenazas no se traducen en medidas de la corporación.

Por otra parte, no todas las empresas aseguradoras y empresas en general tienen conciencia de la sostenibilidad. Por lo que no lo consideran un factor importante para el negocio asegurador. Pocas son las excepciones que si están conscientes de ello y apenas comienzan a integrar los problemas ESG en los sistemas de gestión de riesgos.

En este sentido, los diferentes gobiernos a nivel internacional, están aprobando leyes en las que exigen responsabilidad a las empresas en sus acciones. Considerando desde los proveedores hasta las diferentes fases de la cadena de suministro.

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Por lo general los mayores riesgos ESG y los más perjudiciales son aquellos que se presentan en la fase de suministro donde no existe una relación legal con la organización principal.

En consecuencia, no es fácil incorporar a la organización prácticas sostenibles. Es necesario que ocurra un cambio cultural. Y para ello es importante que el impulso para que suceda esta integración venga desde los niveles directivos, quienes las promuevan en forma activa en todos los miembros de la empresa.